miércoles, 1 de febrero de 2012

HISTORIAS DE NADGLIM: LA GUERRA DE LA CORONA BLANCA - CAPÍTULO 6

Sachel quedó fascinado por Beljun, su corazón latía con fuerza y le costaba tragar saliva. Ni siquiera en el Reino donde habitan centenares de damas de la raza mas hermosa de Nadglim se habían despertado en el los sentimientos que despertaba ahora Beljun. Sin embargo la voz del enano lo devolvió a la realidad.

-Y yo soy su guardaespaldas Gortling del Reino de Arock- dijo el enano recuperándose de la batalla. Varias partes de su armadura estaban abolladas, pero no parecía haber recibido heridas graves en la batalla. –Es la primera vez que veo a un elfo sin orejas puntiagudas- continuó Gortling riendo.

A continuación dirigió su mirada hacia Lothgrim, reconociéndolo como el líder del grupo. Sus rasgos se endurecieron mientras decía –Debo admitir que hubiese preferido ser salvado por alguien más, pero les debo mi vida, tienen mi agradecimiento y me pongo a vuestro servicio-
-Los enemigos de los orcos son mis amigos- respondió Lothgrim –y si bien la ofensa de vuestra raza no ha sido olvidada, no tengo motivos para no ayudar a un valiente guerrero como ha demostrado en este combate, pero dejemos de lado los viejos agravios, me interesa oír mas acerca de los motivos que los impulsaron a internarse en Nagsur.

-Yo les informare al respecto- interrumpió la princesa Beljun y continuó- como he mencionado, pertenezco al Reino olvidado de Kalad, ultima costa al sur de Nadglim, aunque para la mayoría de los pueblos el mismo termina en Nagsur. Yo soy la segunda hija del difunto Rey Junir y la única mujer. Tras morir mi padre hace diez años, mi hermano Irglid asumió el poder, pero hace dos años enloqueció, reunió al Ejército Real de Kalad y ordenó marchar hacia Corona Blanca, el primer castillo construido por la Casa de Rijunad.

Corona Blanca había sido en un tiempo motivo de nuestro orgullo, había sido construido en uno de los picos de Nagdren, la cordillera que corta en occidente a Nagsur desde el punto mas austral de Nadglim hasta  el Reino de Otrigeld. El mismo esta rodeado por una sola muralla blanca en forma de tiara, de ahí su nombre. Pero el mal se apoderó de él, un espíritu oscuro nacido casi en los albores de Nadglim, conocido como Hadrag, adquirió forma física en Corona Blanca y corrompió a gran parte de sus guerreros. Sin embargo, el Rey Idled logro escapar y se retiró a Arock, donde pidió ayuda al Reino Enano. Los mismos se ofrecieron a ayudar al Rey Idled, pero no eran suficientes para enfrentar a la maldad que se había apoderado de Corona Blanca. Fue ahí cuando, tal como lo estoy haciendo yo, mensajeros fueron a pedir ayuda cruzando Nagsur, pero fueron desoídos por estar sus fuerzas concentradas en enfrentar al Maldito en el norte. Kalad hubiese caído y el nuevo mal del sur se hubiese unido al mal del norte para acabar con todos los pueblos libres de Nadglim de no haber sido por la oportuna llegada de los Atalantes. Sus bellos barcos desembarcaron en las costad de Kalad y liderados por el valiente Quidal lograron sellar a Hadrag en Corona Blanca y solicitaron a los Enanos, quienes eran por su naturaleza resistentes a los maleficios de Hadrag, custodiar Corona Blanca, mientras que la casa de Rijunad se trasladó al oeste construyendo un nuevo castillo, no tan imponente como Corona Blanca pero no por eso menos hermoso, se lo llamó Guardián de la Costa, en honor a nuestros salvadores.

-Sin embargo el sello se debilitó- interrumpió Gortling –y viéndose que no podía afectarnos con su poder, Hadrag dirigió su mirada a Guardián de la Costa y corrompió el corazón del Rey Irglid.

-Mi primo, comandante de la Guardia Real, intentó oponerse- continuó Beljun –pero fue puesto en prisión por mi hermano quien prosiguió con su ataque en la fortaleza.
-Nosotros, como guardianes de Corona Blanca, organizamos la defensa, pero teníamos una importante inferioridad numérica y fuimos sitiados, aun así pudimos resistir el sitió estos dos años, no obstante lo cual las provisiones comenzaron a escasear. Sin embargo en ese tiempo pudimos construir un pequeño túnel por el cual burlar el sitio y enviamos a través de este un pequeño grupo para que se una con los rebeldes de Guardián de la Costa- dijo Gortling.

-Si bien yo simulaba mantenerme fiel a mi hermano- prosiguió Beljun –estaba consiente de su cambio y me uní en secreto a los rebeldes liderados por mi primo desde su encierro. En el conclave que se armó, habiendo abandonado la esperanza de una nueva venida de los Atalantes, de quienes hace siglos no se tienen noticias en Nadglim, decidimos arriesgarnos a atravesar Nagsur la cual, por la influencia de Hadrag, estaba infectada de una población incrementada de Orcos confiando en que, no estando en guerra, en esta oportunidad los pueblos del norte escucharan nuestro pedido de auxilio. Fuimos veinte los designados para la misión, de los cuales logramos sobrevivir solo  nosotros dos.

Lothgrim se quedó por un momento meditando sobre los nuevos acontecimientos y dijo – Creo que lo mejor será que me dirija a Lifridon a informar acerca de esto. No se me permitirá ingresar con un enano al Bosque Encantado, por lo que ustedes deberán seguir hacía Ludsur, les daré caballos y Sachel los podrá acompañar. Sera mejor recibido que nosotros, ya que además de ser de su raza, su difunto padre fue miembro del Ejercito Real, quizás haya quienes puedan reconocer en el los rasgos de su procreador. Además seguramente junto con Gortling podrán repeler a cualquier ladrón que se le pueda ocurrir atacarlos. De cualquier manera le diré a los exploradores que los mantengan vigilados hasta que lleguen a los límites de Ludsur.

Fue así como se separaron sus caminos. Lothgrim partió con los Guardianes de la Hoja Plateada a Lifridon mientras que Sachel acompaño a la princesa Beljun y a Gortling a Ludsur. Se les dio dos caballos, el montaba a uno mientras que Beljun llevaba a Gortling en el otro debido a que, por sus cortas extremidades, le era imposible montar a uno por si solo.

5 comentarios:

  1. Esta muy bueno.

    Solo un detalle, no existe enano en ningún mundo que deje pasar esta frase sin replica (la cual en la mayoría de los casos seria un martillazo a la cabeza). "si bien la ofensa de vuestra raza no ha sido olvidada" INFAMIA!

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  2. A ver, eran muchos elfos del otro lado, estaba agradecido por haber sido rescatado, y la princesa salto rápido a hablar para evitar cualquier conflicto (igual estoy con vos, de que un enano normalmente hubiese pelado el hacha, pero precisaba que por esta vez contra el impulso natural lo dejara pasar). De cualquier manera preparate para el próximo capitulo donde se explica "la ofensa" desde ambos puntos de vista. Va a ser uno de los platos fuertes de la historia.

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  3. Me gusto, la historia esta cobrando forma pero retornaste un poco al uso de palabras y frases tipo informe tecnico y no tan literario, en especial en los dialogos.

    Por otro lado me descoloco un poco que la princesa de pronto empezase a relatar la historia de su pueblo asi de la nada, como que deberia haber ido mas al punto y despues mientras viajaban contarle a sachel la historia completa.

    Milky tiene un punto con lo del enano, hay que tratar que los personajes se comporten naturalmente en la situacion y no que segun convenga a la situacion tengan una personalidad u otra, quizas poner algo como que el enano va a responder pero la princesa se adelanta o algo asi.

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  4. Gracias nuevamente por los consejos, tratare de ir mejorando y puliendo las cosas. Creo que el problema es que tengo que controlar mi personalidad "Rushera" aca también y tomarme el tiempo para releer y embellecer un poco mas los diálogos.

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  5. Muy bonito Santa, de a poco desarrollando la historia, me gusta. Por favor queremos continuaciòn!

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