martes, 16 de octubre de 2012

LARGA VIDA A LOS SUPER CAMPEONES



Ya había tenido ganas de hacer un descargo respecto de una nota que leí en el número 30 del Fanzine Rocket Punch en el que uno de los columnistas (no recuerdo el nombre y ahora no lo tengo a mano) defenestró esa maravillosa serie que marcó mi infancia llamado Super Campeones (Captain Tsubasa en el original), pero lo deje pasar. No obstante  algunos comentarios emitidos está semana en mi grupo de amigos me terminaron de motivar a escribir este post.

La crítica que normalmente se escucha es: "La serie es inverosímil  se pasan un capitulo entero recorriendo la mitad de la cancha, hacen jugadas (como el huracán en el cielo) que no solo son de imposible ejecución sino también ilegales". Debo admitir que en esta parte están en lo cierto, me recuerdo de chico defendiendo tirando barridas tratando de imitar a Steve, dando como resultado que termino tirado en el piso y en los valiosos segundos que tardaba en levantarme el delantero me había sacado una buena distancia. 

No obstante lo expresado precedentemente, los Super Campeones enseñaban valores fundamentales para todo jugador de fútbol. Enseñaba a amar el juego. Enseñaba que el balon es tu amigo. Enseñaba camaradería y compañerismo (siendo el Furano el más grande exponente de esto), enseñaba a tener pelotas y no mariconear (como ejemplo lo tenemos a Steve jugando contra el Furano con 40 de fiebre), enseñaba que una cosa es comprender y ayudar a alguien que tiene algún problema físico y otra cosa es insultarlo con exceso de lástima, enseñaba que la mejor defensa es el ataque y muchos etcéteras más.

Además, descontando lo que comenté en el párrafo anterior, era una serie que me atrapaba, me entretenía y que me trae muy lindos recuerdos de mi infancia.

Para finalizar, quiero desafiar a cualquiera a que mencione un once más armonioso que el que puso en cancha Japon en el torneo sub 21; con el enorme Benji Price en el arco, con Andy Johnson como número 2 organizando la defensa, secundado por el muro Victor, con Bruce, el jugador con mas huevos y más sacrificado de toda la serie como número cuatro, con Guillermo de tres, con el mejor volante tapón de toda la historia, Arman Callahan, con mi personaje favorito, el artista del campo Tom Misaki haciendo magia por la banda derecha, con el Messi japones que fue descubierto para ese mundial, Aoi Shingo por la banda izquierda, con el 10 perfecto (y por eso, por ser demasiado perfecto y poseer el "Sindrome de Seiya" -teorema que he desarrollado y que expondré en otra nota - el personaje que menos empatía genera en los fanáticos) Oliver Atom, con el veloz aguila David como número 7 y finalmente, pero no por eso menos importante, el artillero número uno de toda la serie, el Tigre Steve Hyuga.

Larga vida a Los Super Campeones, serie grosa si las hay.

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