Este post es una derivación de los comentarios que me dejaron en el post anterior y puede llegar a dar lugar a acaloradas discusiones (de hecho en mi grupo de amigos se a tratado el tema varias veces y nunca se llega a un acuerdo al respecto). El tema que planteo es el siguiente, ¿Cuando uno hace una adaptación de una obra literaria (ya sea un libro, un comic –como en el post anterior- o un manga), se debe respetar al pie de la letra su contenido?
Para esta respuesta he escuchado una enorme diversidad de opiniones, desde las más radicales que critican hasta el más mínimo cambio respecto a la obra original hasta los que toleran libertinajes en los que lo único que queda de su homónimo es precisamente el nombre.
Yo, si bien en algunos casos debo admitir muy a mi pesar que me he llegado a ubicar en el extremo radical, intento en la medida posible observar toda adopción con una mirada neutral, tratando de entender dos preceptos básicos:
El primero, es que, al cambiar de formato (ejemplo libro a cine) hay que tener en cuenta que el público al que se apunta es distinto. Y si bien hay coincidencias, por lo general, ambos nichos suelen tener objetivos distintos a la hora de consumir el producto.
El segundo y más importante de los conceptos es la famosa frase “basado en”. En ninguna adaptación va a decir “igual a”. Al adaptar a una obra, el responsable no puede dejarse llevar por la literalidad, sino que tiene que tratar de interpretar el significado que quiso darle el autor a su obra. De hecho, para poner un ejemplo extremo, en el proceso de traducción, que es, según entiendo yo, el proceso de adaptación más sencillo, el resultado final varía de autor a autor, y muchas veces se tiene que recurrir a “notas del traductor” para que no se pierda, por ejemplo, algún chiste de la obra original. A su vez, es inevitable el aspecto subjetivo que le da el adaptador a la obra adaptada. Es, en mi opinión, justificable que quien adapta la obra quiera aportar parte de si a la obra.
El caso puntual del Comic Americano
Ahora bien, ya metiéndome más en el Comic Americano, que es lo que generó el debate en el post anterior hay que ser más tolerantes.
El propio comic esta viciado de gran cantidad de universos alternativos por la multiplicidad de autores, universos alternativos y “crossovers”; los cuales de por si generan una multiplicidad enorme de contradicciones que han provocado que las dos grandes editoriales hayan tenido que “romper todo” para arrancar con un nuevo punto de partida.
Si ha esto le sumamos el total de años de desarrollo que tienen estos universos, sería casi imposible llevar una obra de punta a punta a la pantalla chica e imposible adaptarla literalmente en el cine.
Tengan en cuenta además que, la suerte de la existencia de una secuela, en la gran mayoría de los casos depende del éxito de la primer película, por lo que se deben utilizar todos los recursos disponibles para atraer a la mayor cantidad de espectadores.
Quiero ejemplificar mi punto con la película de Linterna Verde que menciono Bernohn. La película me pareció excelente a pesar de la gran cantidad de liberalidades que se tomaron, las cuales justifico casi en su totalidad. Para empezar, la primer aparición de Linterna Verde (sin considerar a su homónimo de la JSA) fue en el año 1959. Desde esa primer aparición tomaron la posta de “Linterna Verde Principal” (la realidad es que existen una gran cantidad de Linternas Verdes miembros del Green Lantern Corp) cuatro personajes. La primer gran liberalidad que se tomaron y, en mi opinión, el gran acierto, fue a Hal Jordan (el primer Linterna Verde –nuevamente sacando a Alan Scott de la JSA) imbuirle mucho de la personalidad de Kyle Rayner (el más reciente Linterna Verde y de los más populares). A tal fin eligieron, nuevamente en mi opinión, al actor perfecto, Ryan Reynolds, quien es físicamente casi un Clon de Hal Jordan, pero que sobresalió interpretando papeles de personajes del estilo de Kyle. La segunda liberalidad fue introducir en una película que esta basada en los inicios (1959) un personaje como Parallax, del cual se hizo mención por primera vez en Hora Zero (1970), y se concluye con el concepto en la obra Rebirth (uno de los mejores comics que he leído -2004/2005).
El resultado fue en mi opinión una gran película que me mantuvo pegado al asiento durante todo el trascurso de la misma (recomiendo disfrutarla en 3D).
Bueno, espero haber dejado claro mi punto y espero réplicas.