FELIZ DÍA DE LA HISTORIETA

Hoy es el día de la historieta y, como homenaje personal, quisiera hacer un pequeño relato de mi relación con la misma entendiendo como historieta a la historieta argentina solamente y dejando de lado entre otros al comic americano y al manga japones.

Como creo haber comentado en algún post anterior, yo aprendí a leer gracias a las historietas de Patoruzu y Patoruzito, las versiones adulta y kid de un noble cacique patagónico que luchaba contra las injusticias surgido de la pluma de Dante Quinteros.

Lamentablemente, esta es una de las pocas historietas que puedo recordar haber disfrutado en mi niñez siendo mi principal alimento literario gráfico de la época el comic americano. El motivo fue que, durante mi niñez, así como ocurría con la mayoría de las industrias argentinas, la "industria de la historieta", que supo vivir su Época Dorada a mitad del siglo XX, se encontraba casi extinta. De hecho el principal medio de publicación eran los periódicos, donde se publicaban tiras de, en promedio 4 cuadros; que, si resultaban populares, eran recopiladas en libros. La mas famosa de esta camada (tanto en Argentina como en el resto del mundo) fue probablemente la hija predilecta de Quino: Mafalda

Afortunadamente, ya más grande pude conocer nuestro legado histórico. Fue así que pude disfrutar de la historieta más famosa, la primera en ser mencionada al hablar de historietas: El Eternauta del desaparecido Hector German Oesterheld.

No obstante, mi gran favorita de esta Época Dorada fue la genial Nipur de Lagash de Robin Wood, una historieta con ambiente de la Grecia Heroica que cuenta con un detalle que yo en lo personal aprecio mucho: El protagonista madura a lo largo de la historia.

En tiempos recientes, una Editorial a la que yo aprecio mucho, Editorial Ivrea, efectuó dos intentos para revivir a la historieta nacional. Lamentablemente ambos fueron infructuosos por ser pobremente acompañados por los lectores que somos quienes en ultima instancia con nuestro consumo financiamos estos proyectos. El primero se plasmó en la revista Ultra en cuyas páginas se público la que es, en mi humilde opinión, la mejor historieta que he leido, Anita la Hija del Verdugo; la misma es tanto gráfica como argumentalmente impecable.

El segundo intento fue a través de tomos autoconclusivos con productos muy interesantes. Uno que en lo personal me gustó mucho fue Reparaciones Fina, una historieta tremendamente graciosa.

Para finalizar la nota quiero felicitar especialmente en su día a todos aquellos que, tal como surge de los párrafos anteriores, estando en una época muy difícil para la historieta Argentina trabajan a pulmón para que resurja en todo su esplendor; destacando principalmente en este párrafo a mis queridos amigos de Kerberos Arte de los que destaco principalmente una historieta que me gusto mucho hasta ahora Dulces Sueños.