Tras salir del camino montañoso
llegamos a un desierto. Tenemos que caminar un poco a la derecha y encontraremos un pequeño pueblo al sur de un oasis. Tenemos que entrar en el.
Apenas entrar el pueblo, Cecil
dira que la niña debe descansar y se dirigirá inmediatamente a la posada. Será de las pocas veces en la historia de todos los Final Fantasy que el sucio y
capitalista dueño de la posada nos da una cama si pagar XD.
Cecil intenta hablar con la niña,
pero ella aún enojada no quiere hablarnos. Cecil se dispone a dormir también
cuando llegan unos guardias de Baron con instrucciones de capturarnos y matar a
la invocadora sobreviviente.
Al oír eso Cecil se dispone a
pelear. En esta pelea tenemos dos alternativas, matamos a los soldados y el
oficial que los lidera huye cual Panoco, o matamos primero al oficial y luego a
los soldados para obtener más experiencia (recomiendo lo segundo).
Tras haberla protegido, la
actitud de la chica cambia y nos dice su nombre: Rydia, tras lo cual se une a
la party y seguimos aprovechando la gentileza del posadero. Rydia puede usar la
magia blanca (aunque aun no conoce ningún hechizo), la magia negra (de la que
tampoco conoce ningún hechizo aún) y las invocaciones (de las que de momento
solo cuenta con el Chocobo –nada del Titán que uso contra nosotros- aunque si
pelearon con Imps de camino puede que les hayan dropeado el hechizo para
invocarlos).
Llegó el momento de empezar a
recorrer el pueblo. Hablando con la gente nos enteramos que alguien recogió a
una chica enferma de Baron a punto de desfallecer. La chica de Baron resulto
ser la amada de Cecil, Rosa. El anciano encargado de cuidarle nos dice que se necesita
un Sand Ruby para curarla, pero el ítem se encuentra protegido en la guarida de
un monstruo llamado Antlion, el cual es obviamente nuestro siguiente objetivo.
Continuará...
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